viernes, septiembre 22, 2006

TONGLI

A la mañana siguiente hicimos caso a Xing Xing y nos fuimos a Tongli, cogimos el autobús en la estación sur pagando 8 yuanes por persona. Es un trayecto de tan sólo 18 km desde Suzhou pero tardamos 45 minutos....de locos!!!.
La ciudad antigua de Tongli es conocida como la "Venecia Oriental" por la gran cantidad de canales y puentes que albergan sus calles. Además destaca por sus numerosas mansiones así como por sus bellos y espaciosos jardines. A la entrada de la ciudad compramos un ticket por 80 yuanes cada uno que nos permitía la visita a los 10 puntos más importantes de la ciudad: al prinicipio parece que es obligatorio comprar el ticket para los turistas pero no es así, si uno sólo quiere pasear por sus calles puede hacerlo.
Parecemos un poquito pesados con tanto: qué bonito, qué pasada, precioso...pero es que es verdad. También en Tongli tenemos que decirlo....





Tongli tiene cierto aire a algunos pueblos de Andalucía (repetimos "cierto aire") por las fachadas y muros encalados. En nuestro viaje hemos visto mucha piedra, ladrillo y madera pero un casco histórico con casas encaladas nunca (aunque a algunas ya les hacía falta una manita de cal):



Visitamos el Tuisi Garden, el Gengle Garden, la Pagoda de la Perla y el History Culture Display Hall, todos estos lugares eran casas señoriales pertenecientes en épocas antiguas a políticos y comerciantes de la zona. Todas cuentan con varios pabellones residenciales y jardines muy bien conservados y con un gusto exquisito. Todos los jardines contaban con elementos similares: pabellones de recreo, puentes, laberintos de piedra, formaciones rocosas a modo de estatuas y lagos con pececillos de colores (por cierto con más hambre que el perro de un ciego):





El último autobús para Suzhou es a las cinco de la tarde por eso decidimos dar un tranquilo paseo hasta la estación, el día no acompañó demasiado, estaba muy nublado y cayeron algunas gotillas.


En toda China: aparatos de gimnasia para mayores

Camino de la estación

Ya en el albergue nos encontramos con An Ching el chico de Taiwan que conocimos en Hangzhou
y nos vamos a cenar juntos. Aprovechamos la compañía de un chino (Taiwan pertenece a China aunque con algún tipo de régimen autónomo) para que nos recomendara nuevos platos. Fue curioso porque nos preguntó que cosas no comíamos para evitar pedirlas, fue un detalle, nosotros le dijimos una larga lista: perro, intestinos,bichos que se arrastran, ojos, cabezas, corazones... Estaba todo muy rico y probamos nuevas cosillas como unos huevos negros (no eran de burro, jejejeje), eran de pato, que tenían ese color porque se dejaban "secar" o "macerar" durante 100 días enterrados en cenizas.

Qué guay saber chino...daba gusto ver como el tipo pedía sin problemas, con lo que nos cuesta a nosotros!!!!. An Ching era arquitecto y había estudiado en Taiwan trasladándose después con su familia a París donde ha vivido durante 15 años. Ahora ha vuelto a China, concretamente a Beijing para buscarse la vidilla por aquí pero antes se estaba pegando unas minivacaciones.

Mañana visitaremos Suzhou y nos quedaremos otra noche más, teníamos pensado tirar para Shangai mañana por la tarde después de visitar la ciudad pero nos quedamos, el cansancio del viaje ya va haciendo mella.