LLEGADA A HANGZHOU
Pues nuestra estancia en Yangshuo se acaba. Hoy a las 4 de la tarde cogemos un avión hacia Hangzhou, cerca de Shangai. La mañana la dedicamos a dar un último paseíto...ohhhh, qué pena. Pillamos un taxi por 200 yuanes que nos lleva hasta el aeropuerto de Guilin (1 hora y media de camino), el billete de avión nos salió por 1060 yuanes más 20 yuanes de seguro, por persona.
Al llegar al aeropuerto una chica de una especie de agencia de viajes nos dice que nos puede reservar un hotel en Hangzhou por 130 yuanes (habitación doble con baño interior), aceptamos para así ir a tiro hecho cuando lleguemos. Cogemos un taxi en la ciudad y aunque le costó un poquillo encontrar el hotel al final llegamos, parecía un poco espesito y además la habitación no tenía ventanas (nuestras sospechas se confirmaron durante la noche ya que nos encontramos con algunas cucarachillas).
Uno de los reclamos turísticos más antiguos de China reza: "En el cielo está el paraíso, en la tierra Suzhou y Hangzhou". Junto con la zona de Yangshuo, Hangzhou es la atracción turística por excelencia entre los chinos. La ciudad con sus numerosos parques y zonas verdes resulta muy agradable. La estrella indiscutible es el Lago del Oeste, lugar de inspiración de poetas y pintores durante siglos. Como llegamos por la tarde noche, decidimos dar un paseo por los alrededores del hotel y cenar algo, ya tendríamos tiempo al día siguiente de pasear por el Lago del Oeste.
Al llegar al aeropuerto una chica de una especie de agencia de viajes nos dice que nos puede reservar un hotel en Hangzhou por 130 yuanes (habitación doble con baño interior), aceptamos para así ir a tiro hecho cuando lleguemos. Cogemos un taxi en la ciudad y aunque le costó un poquillo encontrar el hotel al final llegamos, parecía un poco espesito y además la habitación no tenía ventanas (nuestras sospechas se confirmaron durante la noche ya que nos encontramos con algunas cucarachillas).
Uno de los reclamos turísticos más antiguos de China reza: "En el cielo está el paraíso, en la tierra Suzhou y Hangzhou". Junto con la zona de Yangshuo, Hangzhou es la atracción turística por excelencia entre los chinos. La ciudad con sus numerosos parques y zonas verdes resulta muy agradable. La estrella indiscutible es el Lago del Oeste, lugar de inspiración de poetas y pintores durante siglos. Como llegamos por la tarde noche, decidimos dar un paseo por los alrededores del hotel y cenar algo, ya tendríamos tiempo al día siguiente de pasear por el Lago del Oeste.
Tiendas de fruta
Durante el paseo llegamos a la History Street, una calle (se nota que recientemente rehabilitada) llena de tiendecitas. Al final de esta calle, sale una bocacalle llena de puestos de comida y como nos gustó la pinta nos quedamos a cenar. Es increíble pero nos estamos dando cuenta que los chinos no paran de comer, hay restaurantes y puestos por todos lados y siempre llenos de peña.
Bastante cansadillos, nos vamos a dormir con la barriguilla llena de pinchitos de cordero y de ciervo.
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